No es estrés psicológico; sino una respuesta a estresores crónicos que nacen de las relaciones sociales entre proveedores y receptores de servicios. Son habituales el agotamiento emocional, la despersonalización y disminución del rendimiento personal.
En resumen, es el estado final de múltiples intentos fracasados de manejar el estrés laboral crónico, que se produce principalmente en los marcos laborales de las profesiones de ayuda (Moreno, Oliver, Pastor y Aragoneses, 1990).
Identifiquemos las fuentes estresoras: